Maxi Rodríguez tiene con una enfermedad congénita que le hace perder visión de manera gradual. El deporte ha sido para él una manera de integrarse y, sobre todo, de estar motivado y con afán de superarse día a día. Su pasión es el deporte, en general, y el fútbol, en particular.
El atleta, de origen argentino, ya conoce la sensación de haber afrontado unos Juegos Paralímpicos, tras su participación en Pekín 2008 en las pruebas de 100 y 200 metros. Además, ha cosechado éxitos a nivel internacional en los 200 metros, como la medalla de oro y el récord de Europa en los Juegos Mundiales de IBSA, en Sao Paulo (Brasil), en 2007, o la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de Atletismo celebrado en Chrischurch (Nueva Zelanda) el pasado año.